Tratamiento

Para una buena consecución del tratamiento será necesario un abordaje multimodal que lleve a una fluida, coordinada y regular comunicación entre padres, médicos (pediatra, psiquiatra, neurólogo), psicólogos y profesores.

A nivel farmacológico

– Fármacos, sobre todo estimulantes; que frenan la actividad motora y aumentan la atención.
– Principal medicamento: metilfenidato (Rubifén, Concerta).
– Se espera el lanzamiento de un nuevo fármaco eficaz, la atomoxetina (Stratera).
– Provocan leves efectos secundarios, fácilmente reversibles ajustando las dosis.
– Su eficacia es inmediata y en pocos días se nota la mejoría.

A nivel psicológico

Niño

– Terapia cognitivo-conductual.
– Se trabajan aspectos relacionados con conductas inadecuadas en distintas situaciones.
– Las técnicas son variadas: entrenamiento en autoinstrucciones verbales, solución de problemas interpersonales, “técnica de la tortuga”, etc.

Padres

– Terapia familiar e individual que ayude a combatir su estrés.
– Asesoramiento en técnicas útiles: economía de fichas, costo de respuestas, extinción, premios, etc.
– Cuanto más sepan, pregunten y lean sobre el tema, mejor podrán ayudar a su hijo.
– Muy importante la dedicación, paciencia y cariño que se necesita en estos casos.

A nivel psicológico

– Los profesores pueden hacer mucho para una buena integración del niño en el aula, recabando una adecuada y amplia información sobre este trastorno.
– Hay estrategias que mejoran los resultados, sin por ello disminuir el nivel de exigencia.
– Actividades válidas son aquellas de atención, concentración…, y juegos “tranquilos” (damas, cartas, musicales, dominós…).
– Actitudes precisas del profesor, pueden ayudar al niño a regular su comportamiento  (ver consejos para profesores).